El nombre de la “Carbonara” no viene de un cuento de hadas o de un misterio sin resolver, pero tampoco tiene un origen único, ya que existen diferentes teorías respecto a porqué se llama de esta manera.
Una de ellas apunta a la actividad minera del norte de italia, en los “Appennini” donde los mineros de la minería de Carbón, serían quienes bautizaron este manjar. Otros apuntan al concepto elaborado de los granos de la pimienta ya que en ellos se maceraba el guanciale. Una Tercera teoría apunta a un escritor napolitano como el encargado de bautizar este plato, ya que fue publicado con este nombre y la receta en su libro entre los años 1830 – 1840 con los pocos ingredientes que tenía.
Hoy popularizado en varios países y adorado principalmente por el público español, es de simple preparación y requiere poco tiempo en la cocina; sin embargo si no sigues las instrucciones y el orden de preparación al pié de la letra puede que no resulte según lo esperado.

El Secreto
El secreto de una buena no es más que utilizar elementos frescos, ingredientes de calidad y seguir el proceso al pié de la letra.
INGREDIENTES
Preparación pensada para 2
- 175 Gramos de Spaghetti
- 20 gramos de queso Parmesano Reggiano (DOP)
- 60 gramos de Pecorino Romano
- 2 Yemas de huevo crudo
- 120 gramos de Guanciale / Panceta (si no tienes guanciale disponible)
PREPARACIÓN
- En una olla poner abundante agua y sal, a fuego medio alto para que comience a hervir.
- Cortar el guanciale/panceta en tiras de unos 7 mm máximo y entretanto calentamos un sartén con unas gotas de Aceite de Oliva Extra Virgen, cuando esté bien caliente doramos el guanciale/panceta, luego lo retiramos del fuego y además lo quitamos de la sartén para que no se queme. La idea es que se haga en su propio aceite.
- En un recipiente pone los huevos, el queso pecorino rallado muy fino y una buena cantidad de pimienta, ojalá recién molida o del molino directamente revuelve; muy bien hasta que se mezclen los ingredientes. Una vez que esté todo integrado, le agregamos un cucharón de agua de la pasta para que vaya cremando.
- Una vez que la pasta esté lista, la pasta la ponemos sobre el guanciale y revolvemos para que se integre el aceite y la pasta muy bien; le integramos la mezcla del huevo siempre fuera del fuego y revolviendo constantemente para que no se cuaje el huevo.
- Agregamos un cucharón más de agua directamente y revovlemos de forma enérgica para que la pasta no cuaje y quede muy cremoso.