Condell #251 Recreo, Viña del Mar

Gnocchi

Tradicionalmente, los gnocchi se elaboran con una masa a base de patatas cocidas y trituradas, harina de trigo y, a veces, huevo y sal. Se forman en pequeñas piezas del tamaño de un bocado, a menudo con surcos o estrías (creadas al pasarlos por un tenedor o una tabla especial para gnocchi) que ayudan a retener la salsa.

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Descripción

Los gnocchi (pronunciado “ñóqui”) son un tipo de dumpling italiano pequeño y blando. Aunque a menudo se les confunde con la pasta, y se sirven de manera similar, su composición es diferente.

Tradicionalmente, los gnocchi se elaboran con una masa a base de patatas cocidas y trituradas, harina de trigo y, a veces, huevo y sal. Se forman en pequeñas piezas del tamaño de un bocado, a menudo con surcos o estrías (creadas al pasarlos por un tenedor o una tabla especial para gnocchi) que ayudan a retener la salsa.

Se cocinan hirviéndolos en agua con sal hasta que flotan en la superficie, lo que indica que están listos. Son increíblemente versátiles y se pueden acompañar con una gran variedad de salsas, desde las más simples como mantequilla y salvia, hasta pestos, ricos ragúes de carne o salsas de tomate y queso.

Si bien los gnocchi de patata son los más conocidos, existen variantes regionales en Italia que pueden estar hechas con sémola, pan rallado o incluso ricota.

Tradición para la buena suerte:

Comer gnocchi los 29 es una tradición muy popular en varios países de Sudamérica, especialmente en Argentina, Uruguay y Paraguay, y en menor medida en Chile y Perú. Aunque es una costumbre fuertemente arraigada en la cultura local, tiene sus raíces en una tradición italiana que llegó con la gran inmigración a estos países.

La costumbre de comer gnocchi (o ñoquis, como se les dice comúnmente en español) cada día 29 del mes tiene dos componentes principales:

  1. La escasez de fin de mes: A finales de mes, muchas familias solían tener menos dinero, y los gnocchi, al estar hechos principalmente de patata y harina, eran un plato económico y rendidor que permitía alimentar a todos. Era una comida “humilde” pero sustanciosa.

  2. La leyenda de San Pantaleón: Aquí es donde entra la parte de la “suerte” o la “prosperidad”. Se cuenta que San Pantaleón, un médico de Nicomedia que luego se convirtió en mártir cristiano, solía curar a los enfermos y, en su camino, pedía comida. Una vez, en un pequeño pueblo, pidió pan a una familia humilde que solo tenía lo justo para comer. A cambio de la hospitalidad, San Pantaleón les prometió una pesca abundante y buenas cosechas. La historia dice que en su última visita, el día 29, solo les sirvieron ñoquis, y al irse, les dijo que tendrían un año de prosperidad.

Así, la tradición se estableció con el doble propósito de comer un plato económico al final del mes y atraer la prosperidad.

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